LA IMPORTANCIA DEL APEGO SEGURO EN EL DESARROLLO INFANTIL

Psicología adolescente, Psicología Infantil
Susana Zazo Díaz | Psicóloga General Sanitaria

La teoría del apego, desarrollada por John Bowlby (1958), sugiere que los/as niños/as se vinculan instintivamente con quienes los cuidan para garantizar su supervivencia y su desarrollo físico, social y emocional. Nacemos dependientes por naturaleza, sin la capacidad de nutrirnos y regularnos emocionalmente por nosotros/as mismos/as, y son nuestros/as cuidadores/as los que, mediante su propia regulación emocional, nos enseñan a hacerlo.

Las figuras de apego se desarrollan a partir de la capacidad de una persona para satisfacer las necesidades del bebé, lo que implica estar presente tanto física como emocionalmente. Desde su nacimiento, los/as niños/as se ven impulsados a buscar proximidad con sus figuras de apego y, según sea su respuesta, desarrollarán un sentido de seguridad o inseguridad que influirá en su capacidad para enfrentar situaciones de estrés y en su desarrollo emocional y social.

El tipo de apego, seguro o inseguro, que establecemos con nuestros padres/madres (cuidadores/as) se basa en la accesibilidad y capacidad de respuesta que tuvieron cuando éramos niños/as para cubrir nuestras necesidades físicas y emocionales. Este tipo de apego determina distintas formas de sentir, necesitar, desear, preocuparnos o tranquilizarnos y de relacionarnos, que se manifiestan cuando somos adultos/as.

¿QUÉ ES EL APEGO SEGURO?

El apego seguro se forma cuando un/a niño/a siente confianza y seguridad en la disponibilidad y la respuesta de su cuidador/a principal. Este tipo de apego se desarrolla cuando los cuidadores responden de manera sensible y apropiada a las necesidades emocionales y físicas del niño o niña.

El apego seguro se observa predominantemente en niños y niñas que han desarrollado una relación de confianza con su cuidador/a, que ha sido consistentemente accesible, sensible y atento/a a sus necesidades básicas, emocionales y físicas.

Por ejemplo, cuando un niño o niña experimenta estrés, angustia o miedo, busca consuelo y apoyo en su figura de apego. Si esta responde de manera consistente y reconfortante, le proporcionará la certeza de que estará disponible y el niño o niña se sentirá protegido/a y seguro/a, estableciéndose un apego seguro.

CARACTERÍSTICAS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS CON APEGO SEGURO

Importancia del apego en el desarrollo infantil

Los niños y niñas con apego seguro tienen una base sólida para un desarrollo saludable, tanto físico, como emocional y social, estableciendo un fundamento firme para el crecimiento y la adaptación en la vida adulta.

Existen una serie de factores que contribuyen significativamente a este bienestar.

Confianza en los/as cuidadores/as

Los niños y niñas con apego seguro muestran una confianza fundamental en que sus cuidadores/as estarán disponibles y responderán a sus necesidades, por lo que les buscan para consuelo y apoyo en momentos de angustia o miedo.

Exploración y autonomía

Estos niños y niñas tienden a desarrollar una mayor confianza en sí mismos/as y en su capacidad para explorar el mundo de manera independiente. Saben que pueden contar con el apoyo de sus cuidadores/as cuando lo necesiten, lo que les da la seguridad para ser más autónomos/as.

Por este motivo, muestran curiosidad y entusiasmo por aprender y descubrir cosas nuevas, teniendo más iniciativa y adquiriendo con mayor facilidad los aprendizajes y conocimientos.

Gestión emocional

Son capaces de regular sus emociones de manera efectiva, con la ayuda de sus cuidadores/as.

Tienen menos episodios de ansiedad y miedo en comparación con niños/as  con otros estilos de apego.

También son más capaces de expresar sus necesidades y emociones de manera clara y adecuada.

Autoestima positiva

Desarrollan una imagen positiva de sí mismos/as, confiando en sus capacidades y sintiéndose valiosos/as.

Tienen una base sólida de autoestima que les permite enfrentar desafíos con confianza.

Relaciones positivas

Forman relaciones positivas y afectuosas con sus pares y otros/as adultos/as, ya que suelen tener mejores habilidades para relacionarse. Son más empáticos y capaces de formar relaciones saludables y equilibradas.

Son capaces de mostrar comportamientos prosociales como compartir y cooperar.

Respuesta a la separación

Aunque pueden mostrar signos de angustia cuando se separan de sus cuidadores, son capaces de calmarse y adaptarse, sabiendo que sus cuidadores regresarán.

Muestran una alegría evidente al reunirse con sus cuidadores/as después de una separación.

LOS BENEFICIOS DEL APEGO SEGURO

Tener un apego seguro proporciona un gran beneficio, al facilitar un desarrollo socio-emocional saludable y estable. Permite a los niños y niñas formar relaciones interpersonales positivas, manejar el estrés de manera efectiva, y desarrollar una autoestima sólida y estable.

El haber experimentado una historia afectiva con una figura de apego atenta y cariñosa desarrollan un modelo interno de los demás como personas que responden y en las que se puede confiar, además de un modelo de sí mismo/a como aceptados, valorados positivamente y competentes a la hora de promover el afecto en quienes les rodean.

A continuación, se presentan los diversos beneficios que el desarrollo de un apego seguro puede brindar a los niños/as

Desarrollo cognitivo

La seguridad emocional proporciona a los niños un ambiente estable y confiable desde el cual explorar el mundo que los rodea.

 Al sentirse seguros y protegidos emocionalmente, los niños pueden concentrar su energía en actividades de aprendizaje y en el desarrollo cognitivo. Esta sensación de seguridad les brinda la confianza necesaria para experimentar, hacer preguntas y buscar respuestas, lo que fomenta un crecimiento cognitivo saludable.

Además, al tener una base emocional sólida, los niños pueden enfrentar desafíos y resolver problemas con mayor eficacia, ya que se sienten respaldados por la presencia constante y el apoyo emocional de sus cuidadores/as.

Salud emocional

Los niños y niñas con apego seguro tienen menos probabilidades de desarrollar problemas emocionales y de comportamiento. Al contar con un sistema de apoyo confiable, aprenden a manejar el estrés y la ansiedad de manera más efectiva. Esto les permite enfrentarse a desafíos con una actitud más positiva y resiliente.

Un apego seguro fomenta el desarrollo emocional saludable. Los niños y niñas aprenden a regular sus emociones y a expresar sus necesidades de manera adecuada.

Autonomía y confianza

Los niños y niñas con un apego seguro suelen mostrar una mayor independencia y confianza en sus habilidades. Al haber desarrollado una base sólida de confianza en sí mismos/as y en sus relaciones cercanas, estos niños y niñas están más dispuestos a enfrentarse a desafíos y a tomar iniciativas, tanto en entornos familiares como en la escuela.

Cuando se enfrentan a nuevas etapas de desarrollo o entornos, como la transición a la escuela, los niños y niñas con apego seguro tienden a adaptarse con mayor facilidad. Su confianza en sí mismos/as y en su capacidad para establecer relaciones saludables les brinda una sensación de seguridad que los ayuda a enfrentar los cambios con calma y resiliencia. Además, tienen una base sólida para desarrollar las habilidades sociales y emocionales necesarias para integrarse con éxito en el entorno escolar.

En resumen, el apego seguro sienta las bases para que los niños y niñas desarrollen una mayor independencia, confianza en sí mismos/as y habilidades de adaptación que les permiten prosperar en nuevas etapas de desarrollo y entornos como la escuela.

Habilidades sociales

Los/as niños/as niños con apego seguro tienen una ventaja en el desarrollo de habilidades sociales y relaciones interpersonales saludables. Su seguridad emocional les permite formar amistades significativas, relacionarse de manera positiva con sus compañeros/as y disfrutar de una experiencia social satisfactoria en entornos como la escuela y el juego.

Al haber experimentado relaciones cálidas y consistentes con sus cuidadores/as desde una edad temprana están mejor equipados/as para formar amistades sólidas.

Esta base emocional estable les proporciona una sensación de seguridad y confianza en sí mismos/as que los hace más abiertos/as y receptivos/as a interactuar con otros/as niños/as. Además, suelen ser más capaces de resolver conflictos de manera constructiva y de comunicar sus sentimientos y necesidades de manera efectiva, lo que contribuye a relaciones más armoniosas con sus compañeros/as.

Estos niños y niñas pueden participar activamente en actividades grupales, colaborar con otros/as y disfrutar de momentos de juego compartido, lo que fortalece aún más sus lazos sociales.

En definitiva, proporcionar un apego seguro beneficiará a nuestros hijos e hijas en múltiples aspectos de su vida, desde promover relaciones interpersonales saludables hasta potenciar su capacidad para afrontar desafíos con confianza y resiliencia. Este vínculo emocional sólido establecido en la infancia les acompañará a lo largo de su desarrollo, brindándoles la base necesaria para alcanzar su máximo potencial en todos los ámbitos de su vida.

Psicología Madrid Centro

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