DISGRAFÍA

Susana Zazo Díaz | Psicóloga General Sanitaria
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DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS

La disgrafía es una dificultad del aprendizaje que afecta a la expresión escrita, tanto a la forma como al contenido. Su principal característica es la dificultad persistente y significativa para escribir de manera legible y fluida. Se caracteriza por problemas en la coordinación motora fina necesaria para escribir, lo que resulta en una escritura ilegible, desorganizada y con problemas de espaciado.

Aunque a menudo se pasa por alto, este trastorno puede generar dificultades significativas en el ámbito académico y emocional.

Los niños y niñas con disgrafía  pueden presentar las siguientes características:

  1. Escritura ilegible: pueden tener dificultades para formar letras y palabras de manera clara y legible. Su escritura puede ser desordenada, con letras malformadas, tamaños inconsistentes o una falta de coherencia en la dirección y el espaciado de las palabras.
  2. Lentitud al escribir: debido a las dificultades motoras y de coordinación, los/as niños/as con disgrafia pueden tardar más tiempo para escribir que sus compañeros y requerir esfuerzo adicional para planificar y ejecutar los movimientos necesarios para formar las letras y palabras.
  3. Problemas de organización espacial: a menudo tienen dificultades para mantener una alineación y espaciado adecuados entre las palabras y las líneas. Pueden tener problemas para escribir en una línea recta y mostrar una falta de conciencia espacial en general.
  4. Dificultades con la gramática y la ortografía: la disgrafia también puede afectar la capacidad del/la niño/a para expresarse correctamente en términos de gramática y ortografía. Puede cometer errores frecuentes al escribir palabras, tener dificultades para recordar las reglas ortográficas y mostrar una escritura gramaticalmente incorrecta.
  5. Dificultades para mantener una postura adecuada al escribir, controlar la presión del lápiz o bolígrafo y organizar sus ideas en el papel.
  6. Baja autoestima y frustración: la experiencia constante de dificultades al escribir puede afectar la autoestima del/a niño/a. Puede sentirse frustrado/a, avergonzado/a o ansioso/a por su falta de habilidades de escritura y puede evitar las tareas que implican escribir.

Es importante destacar que la disgrafía no está relacionada con la inteligencia del niño o niña. La mayoría tienen habilidades cognitivas normales o incluso superiores, pero enfrentan desafíos específicos en el área de la escritura.

CAUSAS DE LA DISGRAFÍA

No existe una causa definitiva para la disgrafía. Sin embargo, puede originarse por factores:

  • Genéticos: existe evidencia de que la disgrafía puede tener una predisposición genética. Si hay antecedentes familiares de trastornos de la escritura, es más probable que un niño desarrolle disgrafía.
  • Neurológicos: algunas condiciones neurológicas, como alteraciones en el desarrollo de ciertas habilidades motoras finas y de coordinación o algunos trastornos específicos del aprendizaje con base neurológica, como la dislexia, pueden contribuir a la disgrafía.
  • Psicomotrices: problemas en la coordinación motora de la mano o el brazo pueden interferir con la capacidad de un niño para realizar movimientos finos y precisos necesarios para escribir.
  • Perceptivas y espaciales: dificultades en la percepción visual o espacial pueden dificultar la organización de su escritura en el papel. También pueden tener problemas para distinguir y recordar la forma de las letras, así como para mantener una alineación y espaciado adecuados entre las palabras y las líneas.

IMPACTO EN EL RENDIMIENTO ACADÉMICO

Pueden verse afectadas las asignaturas que requieren escribir, como la redacción de textos y la resolución de problemas escritos.

Los/as niños/as con disgrafía pueden tener dificultades para tomar notas en clase, completar tareas escritas, expresar sus ideas de manera clara y coherente y desarrollar habilidades de escritura a un ritmo similar al de sus compañeros.

Esto puede tener un impacto negativo en su rendimiento académico.

APOYO EMOCIONAL Y AUTOESTIMA

Además del impacto académico, la disgrafía también puede generar baja autoestima, ansiedad y frustración. A medida que experimenta dificultades una y otra vez, puede empezar a dudar de sus habilidades y sentir que no está a la altura de las expectativas.

Los/as niños/as con este problema pueden comparar su escritura con la de sus compañeros/as y darse cuenta de que su habilidad no está a la par. Esto puede llevarlos a sentirse inferiores o inadecuados.

En ocasiones pueden llegar a evitar tareas que impliquen escribir, por miedo a cometer errores o ser juzgados/as, lo que limita su participación en actividades académicas o creativas que requieran escritura.

Es importante brindar un entorno de apoyo, reconocer y valorar los esfuerzos y logros del/a estudiante, fomentar una actitud positiva hacia el proceso de aprendizaje de la escritura y proporcionar intervención y recursos adecuados.

EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de la disgrafía implica una evaluación integral de las habilidades de escritura, motoras, cognitivas y académicas, así como la exclusión de otras posibles causas, como problemas de visión o falta de instrucción adecuada.

Suele complementarse con una evaluación psicológica para descartar otros trastornos o dificultades emocionales que puedan estar afectando la escritura del/a niño/a.

A través de una evaluación exhaustiva, se busca comprender qué aspectos específicos están afectando la escritura del/a niño/a y así poder desarrollar un plan de intervención y apoyo adecuados.

ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN Y APOYO

Al comprender en qué etapa del desarrollo se encuentra el niño y qué habilidades específicas puedan estar viéndose afectadas podemos brindarle el apoyo adecuado. El principal objetivo es la reeducación.

El tratamiento de la disgrafía puede involucrar una combinación de enfoques y estrategias:

  • manipulativas
  • cognitivas
  • de desarrollo de habilidades motoras finas
  • de organización y planificación
  • de coordinación y fluidez
  • de orientación espacial y organizacional en el papel
  • de corrección de posturas y hábitos inadecuados
  • de apoyo emocional y motivacional.

La disgrafía puede representar un desafío importante para quienes la padecen, pero con las estrategias de apoyo adecuadas y un enfoque comprensivo es posible superar estas dificultades y desarrollar habilidades de escritura funcionales.

Es esencial que los padres y madres estén atentos a las señales de disgrafía y tomen medidas si sospechan que su hijo/a pueda estar teniendo este problema. Con el apoyo adecuado, los niños con disgrafía pueden desarrollar habilidades de escritura funcionales y alcanzar su máximo potencial académico y personal.

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