DISLEXIA
Susana Zazo Díaz | Psicóloga General Sanitaria
La dislexia es un trastorno del aprendizaje que afecta a la capacidad de una persona para leer y comprender el lenguaje escrito. Es una condición neurobiológica que afecta la forma en que el cerebro procesa la información visual y lingüística. Las técnicas de neuroimagen muestran que las personas afectadas con dislexia presentan diferencias significativas de funcionamiento neuronal en el acceso a la lectura.
Se trata de un trastorno que afecta aproximadamente al 5-10% de la población mundial.
Algunas de las características más comunes de la dislexia incluyen:
- Dificultades para leer palabras en voz alta, con omisiones, sustituciones y alteraciones de las letras o palabras.
- Dificultades para comprender lo que se lee.
- Dificultades para deletrear palabras de manera correcta.
- Dificultades para recordar palabras y frases.
- Dificultades para aprender un segundo idioma.
La dislexia no es una condición relacionada con la inteligencia, ya que las personas con dislexia pueden tener una capacidad intelectual normal o incluso sobresaliente. Sin embargo, pueden tener dificultades para demostrar su conocimiento en el ámbito académico debido a su dificultad para leer y escribir.
Si bien es un trastorno que no tiene cura, se puede mejorar. Hasta los 7 u 8 años el área de la lectoescritura en el cerebro no termina de madurar. A partir de ese momento, las intervenciones irán destinadas a compensar las dificultades.
El tratamiento de la dislexia puede involucrar una variedad de enfoques, como la enseñanza de técnicas de lectura específicas, la terapia del habla y del lenguaje y el apoyo emocional y psicológico para ayudar a los pacientes a desarrollar una autoestima saludable y afrontar las dificultades asociadas con la dislexia.
Las personas con dislexia tienen una forma única de procesar la información y pueden requerir un enfoque de enseñanza adaptado a sus necesidades, tanto en el ámbito escolar como en casa, con medidas de adaptación de acceso a los contenidos, metodológicas y de evaluación, para que el niño o la niña con dislexia pueda seguir el ritmo de adquisición de contenidos que sus compañeros y compañeras.
Es importante que todas las personas implicadas en la educación del niño o niña conozcan sus dificultades para poder ayudarle de la mejor manera posible y contribuir al desarrollo de una buena autoestima. La comprensión y el apoyo de amigos, familiares y educadores resultan, por tanto, fundamentales para ayudarles a alcanzar su máximo potencial y desarrollar una vida satisfactoria y plena.
Por su parte, el niño o niña también debe conocer sus dificultades para que pueda aceptarlas e incorporarlas a su autoconcepto. La aceptación es la clave de una autoestima positiva.