Psicólogos expertos en trastorno del espectro autista
Susana Zazo Díaz | Psicóloga General Sanitaria
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno del desarrollo, de origen neurobiológico, que afecta al desarrollo de la conducta y a la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse socialmente con los demás. Los síntomas pueden variar desde leves hasta graves y pueden incluir dificultades en la comunicación verbal y no verbal, así como en las habilidades sociales, el comportamiento y la forma de pensar.
El TEA es un trastorno que se manifiesta en la infancia temprana, generalmente antes de los 3 años de edad. A menudo, los niños con TEA pueden tener dificultades para desarrollar relaciones sociales adecuadas, lo que puede manifestarse en comportamientos como evitar el contacto visual, no responder cuando se les habla, no compartir sus intereses con los demás, y tener dificultades para comprender las emociones y los sentimientos de los demás.
Otro síntoma común del TEA es la repetición de ciertos patrones de comportamientos y actividades restrictivas y repetitivas, así como la resistencia al cambio. Estos comportamientos pueden incluir movimientos repetitivos (como balancearse o girar), patrones de pensamiento repetitivos, o la insistencia en seguir las mismas rutinas.
Si bien el TEA es un trastorno permanente, con la intervención temprana y el apoyo adecuado, las personas con TEA pueden aprender a comunicarse y relacionarse socialmente de manera efectiva y pueden llevar vidas satisfactorias e independientes.
El tratamiento del TEA puede incluir terapia conductual, terapia del habla y del lenguaje, terapia ocupacional y otros tipos de apoyo según las necesidades individuales de cada persona.
El Síndrome de Asperger es un trastorno del neurodesarrollo que forma parte del Trastorno del Espectro Autista (TEA).
El cerebro de la persona con Síndrome de Asperger funciona de manera diferente, especialmente en lo relativo a la interacción y comunicación social. Presentan patrones repetitivos de comportamiento y falta de flexibilidad cognitiva y comportamental.
Pueden tener dificultades para comprender las normas sociales no verbales (saludar, dar las gracias, esperar turno…) y para interpretar el lenguaje corporal y las señales sociales sutiles. También puede serles difícil iniciar o mantener conversaciones y/o tener un estilo de habla pedante o monótono.
Suelen presentar intereses muy concretos y persistentes en áreas específicas, sobre las que acumula gran cantidad de información y dedica mucho tiempo. También pueden ser muy detallistas y enfocadas en los patrones y las rutinas. Suelen presentar dificultades para adaptarse a los cambios y ser muy sensibles a la estimulación sensorial, como la luz brillante, los ruidos fuertes o los olores intensos.
A diferencia de algunos otros trastornos del espectro autista, las personas con síndrome de Asperger a menudo tienen un cociente intelectual promedio o superior al promedio y pueden tener habilidades especiales en áreas específicas, como las matemáticas o la música.
El tratamiento del trastorno de Asperger puede incluir terapia del habla y del lenguaje para mejorar las habilidades sociales y de comunicación, terapia ocupacional para ayudar a manejar las sensibilidades sensoriales, y terapia conductual para ayudar a mejorar los patrones repetitivos de comportamiento. También pueden ser útiles las modificaciones en el ambiente, tales como la reducción de la estimulación sensorial en el hogar y en la escuela.
Con el tratamiento adecuado y el apoyo de la familia y la comunidad, las personas con Síndrome de Asperger pueden llevar una vida satisfactoria e independiente.