LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA EN LA EDAD ADULTA

Susana Zazo Díaz | Psicóloga General Sanitaria
TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA EN LA EDAD ADULTA 0

Psicólogos Especialistas en Trastornos de la Conducta Alimentaria en Madrid Centro

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) en la edad adulta afectan la salud física y emocional de quienes los padecen. Las manifestaciones más comúnmente asociadas con este término son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón.

La anorexia nerviosa se caracteriza por una restricción extrema de la ingesta calórica, un miedo intenso a ganar peso y una percepción distorsionada del propio cuerpo. Las personas con anorexia suelen tener un peso significativamente bajo y pueden sufrir de desnutrición y complicaciones médicas graves.

 La bulimia nerviosa implica episodios recurrentes de ingesta excesiva de alimentos, seguidos de comportamientos compensatorios inapropiados, como el vómito autoinducido, el uso excesivo de laxantes o el ejercicio excesivo. Las personas con bulimia pueden mantener un peso normal, pero sufren daños en el esófago, los dientes y otras partes del cuerpo, debido a los vómitos frecuentes.

El trastorno por atracón se caracteriza por episodios recurrentes de ingesta excesiva de alimentos, acompañados de una sensación de pérdida de control, pero sin comportamientos compensatorios como en la bulimia. Las personas con este trastorno a menudo experimentan sentimientos de vergüenza y culpa y pueden sufrir de obesidad y de complicaciones asociadas.

Se tratan de alteraciones de larga duración, que afectan no sólo a los/as pacientes, sino también a su entorno más inmediato.

La prevalencia de los trastornos de la conducta alimentaria es mayor en adolescentes y mujeres, aunque también pueden aparecer en varones y personas adultas.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo para desarrollar estos trastornos incluyen factores biológicos, psicológicos y ambientales. Entre ellos, cabe destacar antecedentes familiares de trastornos alimentarios o problemas de salud mental, ciertos rasgos de personalidad, como un alto grado de perfeccionismo y de control y una baja tolerancia a la frustración, experiencias traumáticas, presiones sociales y culturales para mantener un determinado peso o apariencia y problemas de autoestima, con un alto grado de insatisfacción corporal.

Algunos estilos de crianza y ciertas características del entorno familiar también se han relacionado con un mayor riesgo de TCA en los hijos o hijas. Entre ellas se encuentran como factores de riesgo un estilo de crianza autoritario, caracterizado por altas expectativas y exigencias y una baja calidez o, por el contrario, una excesiva sobreprotección. También el exceso de rigidez y la falta de habilidades de gestión de conflictos pueden contribuir a un ambiente familiar estresante y conflictivo, lo que a su vez aumenta la probabilidad de desarrollar problemas con la comida. Además, la presión para cumplir con estándares de perfección, junto con una comunicación deficiente y falta de apoyo emocional, son factores que también pueden desencadenar comportamientos alimentarios problemáticos, ya que los hijos pueden recurrir a la alimentación como una forma de manejar el estrés y las emociones negativas.

En contraste, un entorno familiar que fomenta la comunicación abierta, el apoyo emocional y la resolución efectiva de conflictos puede actuar como un factor protector contra los trastornos de la conducta alimentaria. Un estilo de crianza que combina expectativas claras con calidez y comprensión puede ayudar a los hijos e hijas a desarrollar una imagen corporal saludable y una relación equilibrada con la comida. La promoción de la autoestima, la autonomía y el autocuidado en un ambiente familiar positivo y de apoyo reduce el riesgo de que los hijos e hijas desarrollen comportamientos alimentarios problemáticos.

Tratamiento de los Trastornos de la Conducta Alimentaria

El tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria en la edad adulta suele ser multidisciplinario e incluye terapia psicológica, como la terapia cognitivo-conductual, terapia nutricional y, en algunos casos, medicamentos, para tratar afecciones concomitantes como la depresión o la ansiedad. 

En ConsultaGoya llevamos a cabo un tratamiento integral especializado para el abordaje de los trastornos de la conducta alimentaria en la edad adulta. Contamos con un departamento dedicado al tratamiento de estos trastornos y de los problemas relacionados con la imagen corporal. Gracias a los avances en la investigación y a nuestra propia experiencia clínica, se abordan todas las dificultades desde una perspectiva biopsicosocial. Este enfoque considera no solo los aspectos biológicos, sino también los psicológicos, emocionales y sociales, garantizando así una atención completa y personalizada.

Nuestro equipo está compuesto por profesionales especializados en distintas áreas de la psicología y la psiquiatría. Juntos, colaboramos para ofrecer una evaluación exhaustiva y desarrollar planes de tratamiento individualizados que aborden las necesidades específicas de cada persona.

Nuestro objetivo es ayudar a las personas a desarrollar una relación saludable con su cuerpo y la comida, y proporcionarles las herramientas necesarias para llevar una vida plena y saludable. Esto incluye reducir la distorsión de la imagen corporal y fomentar una aceptación positiva del propio cuerpo.

La intervención temprana es clave en nuestro enfoque. Entendemos que la atención de los/as pacientes ha de englobar la prevención, pero también la intervención precoz para poder restituir la salud y la estabilidad psicoemocional. Es por este motivo que trabajamos para detectar y tratar los trastornos alimentarios lo antes posible. También proporcionamos educación y apoyo continuo, tanto a los/as pacientes como a sus familiares, para asegurar una comprensión profunda del trastorno y facilitar el proceso de recuperación.

A través de técnicas terapéuticas integrativas promovemos la autoestima y la autoaceptación, cruciales para una recuperación duradera y un bienestar general. De esta manera, no solo abordamos los comportamientos alimentarios problemáticos, sino que también ayudamos a las personas a fortalecer la confianza y la satisfacción personal, esenciales para una vida equilibrada y plena.

En nuestra clínica también impartimos talleres para pacientes y familiares, con el objetivo de enseñar habilidades de afrontamiento y estrategias para desafiar y cambiar las creencias negativas sobre la autoimagen, desarrollando una perspectiva más equilibrada y saludable del propio cuerpo.

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